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Un corazón agradecido.

Comencemos por conocer el significado de GRATITUD.

GRATITUD es el sentimiento que experimenta una persona al estimar un favor o beneficio que alguien le ha concedido. Al sentir GRATITUD, el sujeto desea corresponder el mencionado favor de alguna manera.


La GRATIDUD o el agradecimiento es un sentimiento que suelen experimentar los creyentes hacia Dios. El acto de orar puede suponer un pedido o una súplica, pero, en muchas ocasiones, se transforma en una forma de expresar la gratitud. Hay quienes agradecen a Dios por su salud, por tener trabajo o por haber superado algún problema, por ejemplo. La GRATITUD, desde el punto de la fe, se convierte en una cualidad fundamental.

Ya que conocemos un poco sobre la definición de GRATITUD, me gustaría que te hicieras la siguiente pregunta: ¿realmente tengo un corazón agradecido?

Y aquí vamos… Todos cada día nos enfrentamos a diversos retos, nos toca decidir quejarnos o buscar razones para dar GRACIAS, y TENER CONTENTAMIENTO.


Hoy quiero invitarte a que nos ejercitemos en cultivar un corazón agradecido; Y dar gracias al Señor por las cosas cotidianas del día a día que muchas veces nos roban minutos, a veces horas de nuestro tiempo quejándonos, que si no le ponemos atención, sino le ponemos un alto podemos llegar a convertirnos en personas quejumbrosas, amargadas y desagradecidas. Eso no le agrada a Dios. El Señor quiere que crezcamos en cultivar un corazón agradecido.


Dice su Palabra: Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmos 103:2


La GRATITUD es la manifestación de un corazón humilde, tan cierto como que un espíritu desagradecido y quejoso proviene de un corazón orgulloso.


Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18

¿Qué es lo primero que hacemos cuando nos levantamos?

A veces pensamos que no queremos madrugar o ir a trabajar, puede que lo primero que hagamos sea mirar el celular; muchas veces, nos levantamos sin ánimo o motivación, y también sin consciencia del milagro que estamos presenciando al abrir los ojos cuando despertamos.


Cuando terminas tu día… ¿Qué es lo que haces antes de ir a dormir? Tal vez te llevas a tu casa los problemas del día y te acuestas con angustia o estrés.


Si te identificas con lo anterior, esto es un rasgo común en la mayoría de los seres humanos.


Lo que a veces desconocemos es que podemos empezar a vivir de una manera diferente y agradecer es una forma de hacerlo.

No imaginamos el poder de empezar cada mañana con un corazón agradecido, amanecer siendo conscientes de que el nuevo día se presente como una nueva oportunidad.


Agradecer nos conecta con las bendiciones de la vida, y nos ayuda a reconocer los dones y virtudes en nosotros mismos y en los demás. Es una actitud expansiva que nos ayuda a ampliar la perspectiva y a enfocarnos en lo positivo; la GRATITUD es la llave que abre la puerta de la felicidad.


Una de las formas como podemos practicar agradecimiento, es reconociendo el milagro de las cosas sencillas y asombrarnos con lo cotidiano de la vida. Una flor en el camino, disfrutar de nuestro postre favorito, abrazar a un ser querido o contemplar las nubes y su movimiento… porque vivir con curiosidad e interés es un elemento que nos ayuda a cultivar una actitud de GRATITUD.

Cuando nos damos cuenta de que son las cosas ordinarias las que hacen que la vida sea extraordinaria, todo se presenta de una manera diferente a nuestros ojos.

Otra manera de conectarnos con el agradecimiento, es tratando de ver lo positivo de cada situación. Puede que todos los días no sean buenos, pero podemos encontrar cosas buenas cada día, y esto nos ayuda a vencer lo negativo que suele llevarnos a contar solo nuestros problemas en vez de nuestras bendiciones.


La GRATITUD es un nutriente esencial para las relaciones y la conexión humana; es una expresión de amor que nos permite ver la grandeza y humanidad en otras personas. Podemos empezar a relacionarnos con los demás haciéndoles saber sus virtudes y fortalezas, sus acciones y esfuerzos, su presencia y apoyo.


Cuando vivimos desde la GRATITUD le estamos diciendo SÍ a la vida, decimos SÍ a las bendiciones cotidianas y al amor, nos abrimos a contemplar nuevas perspectivas y a valorarnos a nosotros mismos y los demás.

La GRATITUD hace muchas cosas a favor de nosotros. Reenfoca nuestros corazones y nuestras mentes en el Buen Padre que nos bendice más de lo que nos damos cuenta, Quien permite todas las cosas en nuestras vidas para Sus buenos propósitos. Y cuando nuestros corazones están agradecidos y centrados en Su fidelidad, podemos tener una comprensión más clara de la dirección para nuestra vida.


Así que te invito a que todos los días cultives un corazón agradecido, primeramente con Dios, y después contigo y con las personas que te rodean.


Y como lo hemos visto y practicado en nuestra COMUNIDAD VIVIENDO CON PROPÓSITO: Menos quejas y más agradecimiento.


Dios te bendiga.

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