En la actualidad las personas hablan de la espera, pero ¿qué realmente es esperar o qué debo hacer mientras espero? Según la Real Academia Española, la espera es permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo. O sea, que es ese tiempo donde se cree que ocurrirá algo, ya sea porque recibamos una promesa de parte de Dios, o que hayamos sembrado algo en nuestras vidas y confiemos en que los frutos serán buenos.
En mi caso me ha tocado esperar promesas de parte de Dios y ver completamente lo contrario en mi vida. Uno de los temas en el que me ha tocado más esperar es en esa persona que será mi ayuda idónea, no sé qué promesa recibiste, si es la de un hijo, el desarrollo de un ministerio o como yo que he recibido promesas en otras áreas, y hay una que me ha tocado esperar y es la ayuda idónea.
Todos hablan de la soltería como una etapa hermosa en la que tenemos más tiempo para dedicar a Dios y a nuestros seres queridos, y claro, es un tiempo muy especial, pero pocos hablan de lo difícil que es para una soltera el tiempo de espera por la opinión que pueden emitir las personas a nuestro alrededor, emitiendo comentarios como: "se te pasará el tren, tendrás tus hijos muy vieja, quizás estás buscando mucho en una persona, tienes estándares muy altos, qué raro que una persona tan preparada esté soltera".
Sé que como yo has escuchado unos cientos de veces comentarios como estos, o tal vez has sentido que no vas en la misma sincronía de tus amistades, quizás ya tus amigos se hayan casado, tengan hijos y tú sientas que en este tema o etapa de tu vida te encuentras en la misma sincronía… Si te soy sincera, realmente lo he sentido, pero como solteras, ¿qué debemos de hacer mientras esperamos?
No desesperarnos: No te lleves de la presión social, sabes, muchas personas salen del camino de Dios solo por buscar una persona para tener una relación, aunque sea inconversa.
Enamórate más de Dios: Sé que lo has escuchado un sin número de veces, así como yo, pero conectadas a Él tendremos la dirección correcta para elegir ese compañero de vida.
Sana tu niña interior: Mira aquellas heridas que llevas, quizás de la infancia o de relaciones anteriores, para que cuando llegue esa persona estés lista.
Prepárate: Capacítate en las áreas que quieras o en aquellas que forman parte de tu llamado.
Diviértete: Sal contigo misma o con amistades, disfruta este tiempo que estás viviendo, ve a esos lugares que te gustaría visitar, mira una película, haz todo aquello que te guste, siempre teniendo pendiente de no caer en un libertinaje.
Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor. Salmo 27:14
Así como dice este versículo, esfuérzate y sigue confiando en quien has creído. Hay un momento donde debemos de accionar, pero hay otro donde solo tenemos que esperar en quien te ha dado la promesa. Creo que la espera no desespera, aunque ella produce en nosotros paciencia. Nosotros somos los que desesperamos por querer ayudar a Dios.
Recuerda la historia de Sara y Abraham en la Biblia. Ella quiso ayudar a Dios, pues ésta era estéril y Dios le dio la promesa de darle un hijo y como ésta estaba avanzada en edad, decidió darle su criada a su esposo para que se llegara a él y esto cambió un poco la historia, (Genesis 16-17).
Recuerda lo que dice Proverbios 3:5-6: Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia". Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Oro para que Dios nos ayude a esperar su tiempo y no querer adelantarnos por la presión social que lleguemos, sino que Él nos ayude a confiar en sus tiempos y planes para nuestras vidas.
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