En nuestros momentos difíciles, encontrar la paz se vuelve casi imposible. Sin embargo, como cristianos, tenemos la promesa de encontrar consuelo y paz en medio de las pruebas, gracias al amor y la gracia de Dios.
A lo largo de la Biblia, encontramos numerosas citas que nos animan a confiar en Dios y a encontrar la paz en Él, incluso en los momentos más oscuros, aquellos en los cuales pensamos que no hay continuidad, momentos donde tiramos la toalla y nos rendimos ante la incapacidad de nuestra humanidad. Justo ahí es donde entra Dios, hacer de lo imposible, posible.
Filipenses 4:6-7: "Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús."
Este pasaje nos anima a no preocuparnos por nada, sino a llevar nuestras preocupaciones a Dios en oración. La promesa es que, al hacerlo, experimentaremos la paz de Dios que va más allá de nuestra comprensión humana. Veremos su mano obrar, aunque ya no puedan las nuestras.
Mientras que en Juan 14:27 Su Palabra nos dice: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo."
Jesús nos ofrece su propia paz, una paz que trasciende las circunstancias terrenales. Aunque el mundo puede traer turbulencia y miedo, podemos confiar en la paz que solo Jesús puede dar. Porque fiel y digno es el que promete y solo en el encontraremos paz.
Y si bien nos dice la Palabra en Romanos 8:28: "Para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito."
Aunque no siempre entendemos las razones detrás de nuestras pruebas, podemos confiar en que Dios está trabajando todas las cosas para nuestro bien. Esta confianza en el plan y el propósito de Dios puede traer una profunda paz en medio de las pruebas. En el plan de Dios hay una obra salvadora y aunque no entendamos por qué permite que las pruebas lleguen a nuestras vidas, debemos aceptar su voluntad y esperar en la promesa que Él nos ha extendido.
Isaías 26:3: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado."
Cuando mantenemos nuestros pensamientos en Dios y confiamos en Él, podemos experimentar una paz que trasciende las circunstancias externas. Esta paz viene de confiar en el carácter y la fidelidad de Dios. Porque cuando confiamos en Él tenemos la esperanza de que guardará nuestro corazón en perfecta paz.
Comments