¡Jesús Juva! ¡Jesús ayuda!
Cuidemos nuestro templo como un santuario cuyo agradable y perfumado olor sube a Dios. No nos pertenecemos, debemos reconocer que somos templos vivos de Dios, tenemos un cuerpo prestado y como tal debemos cuidarlo.
La Biblia nos lo recuerda a través de las palabras del Apóstol Pablo donde dice: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno profanare el templo de Dios, Dios le destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
1 Corintios 3:16
No solo debemos cuidar nuestra salud física, sino también hay que cuidar la salud espiritual para que albergue el Espíritu Santo en nosotros con plenitud.
¿Estás cuidando tu templo lo suficiente? ¿Haces ejercicio? ¿Cuidas tu alimentación? ¿Duermes lo suficiente? ¿Tienes intimidad con Dios?
He aquí algunos consejos prácticos y hábitos para cuidar nuestro templo:
Orar todos los días: La oración es un arma muy poderosa y es importante que como tal la usemos a diario manteniendo la comunión íntima con Dios.
Ayunar: El ayuno es una poderosa disciplina espiritual que nos fortalece, nos mantiene en comunión con Dios y puede trasformar nuestras vidas.
Estudiar la Biblia: Leer la Palabra es sumamente importante en nuestra vida espiritual, porque es aquí donde Dios se revela y podemos conocerle mejor a Él y sus promesas para nosotros.
Comer alimentos saludables y hacer ejercicio: Cuando nos alimentamos de manera adecuada nuestro cuerpo mantiene las energías y calorías que necesitamos para concentrarnos mejor y estar en salud.
No marcar nuestro cuerpo con tatuajes o perforaciones: cuidar la morada del Espíritu Santo implica que tenemos que saber bien cómo lo tratamos y qué podemos hacernos y que no hacernos.
No fumar: Fumar provoca no solo daños físicos, sino también produce muchísimo daño interno que a veces no podemos apreciar.
Dormir las horas suficientes: Dormir es una de las necesidades básicas del ser humano.
No usar drogas, alcohol o tabacos: Estas sustancias producen daños no solo físicamente sino también mentalmente.
Vestir con modestia: La modestia en el vestido muestra actitudes que deben ser el deseo de nosotros para agradar a Dios con nuestro pudor. Sí, también es parte de cuidar nuestro cuerpo.
Estos son algunos hábitos que debemos poner en práctica para cuidar nuestro templo y tener una vida física y espiritual más gratificante y sana. Cuando tu mente está sana en tu cuerpo se refleja esa salud.
Y nuevamente las escrituras nos instan a obedecer la Palabra cuidándonos y sobre todo recordándonos que no somos de nosotros mismos y que como tal tenemos un dueño; nuestro amado Dios.
1 Corintios 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
¡El Espíritu Santo quiere habitar en tu templo, cuídalo!
¡Soli Deo Gloria! ¡Solo a Dios la gloria!
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