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Jesús, ejemplo perfecto de benignidad

Jesús le contestó: —¿Por qué dices que soy bueno? Sólo Dios es bueno.

(Marcos 10:18 TLA)


Cuando leemos la definición de benignidad en el diccionario bíblico se refiere a un comportamiento ejemplar de todo cristiano, proclamando gracia, ternura y compasión pero sobre todo amor. Adicional a ello también hace referencia a la expresión de qué tan benigno es algo o alguien, es decir, qué tan propenso es al bien, a la amabilidad y a la compasión. En conclusión, se refiere a qué tan bueno es alguien. Para nosotros, Cristo es ejemplo de todo pues es el varón perfecto (Efesios 4:13), y justo para ser benignos, necesitamos de seguir los pasos de Cristo pues no es tan fácil amar al prójimo en un mundo que está marcado por el rechazo. Sin embargo, en esta porción de Marcos 10, Jesús dice que él no es bueno y que solo Dios es bueno, esto a modo de recordarnos que nos parecemos a la persona con la que más tiempo pasamos, Cristo como hombre no era bueno, sino que al pasar tiempo y vaya que sabemos que se apartaba para orar constantemente (S. Lucas 5:15-16), por lo que su benignidad, es decir su amor y compasión al prójimo venía de su fuente: Jehová.


Cuando profundizamos en el estudio de este versículo, se nos recalca que algunos ven una negación de la divinidad de Jesús en el pasaje; sin embargo, el verdadero sentido de este versículo es que Cristo busca dejarnos la lección de que solo en Dios se halla la bondad infinita, y esa bondad infinita es la que nos puede hacer benignos en nuestros pasos y caminar. Jesús nos modela la humildad de entender que Dios desea que seamos benignos por la simple razón de que Dios es benigno. Los planes de Dios para nosotros son buenos y nos ama. A pesar de nuestro pecado por el cual Él pueda consumirnos, Él ha decidido ser misericordioso, amoroso y perdonador con nosotros (Lam. 3:22-23). Cristo no solo es ejemplo y modelo de la benignidad de Dios, sino quien con su sacrificio ha sido establecido como un hecho palpable, pues a través de la cruz somos partícipes de la compasión de Dios para la humanidad. (Efesios 3:19-21).

Cristo mostró durante sus 33 años de vida benignidad para con todos, (con la Samaritana, con el endemoniado gadareno, con la adultera; con todos, incluso con el ladrón al final de su ministerio al ser crucificado), pues a todos les mostró la misericordia de Dios. Bien lo dijo alguien: “Jesús es el ejemplo más grande de benignidad y ternura, y el Espíritu Santo desea fervientemente que nosotros seamos como Él.” “Al discípulo debe bastarle con ser como su maestro.” (Mt. 10:25, RVC).


Por lo que en esta hora, es nuestra oración que así como nos hemos propuesto este 2024 volver al primer amor, también podamos ser benignas y así como Cristo modelo compasión con otros, nosotras podamos hacerlo en nuestro día a día para verdaderamente emular a Jesús para con nuestro prójimo. Oramos a Dios declarando que este mes también veremos manifiestos el Fruto del Espíritu Santo en nombre de Jesús. Amén, Amén y Amén.

¡Dios bendiga a todas!


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